En pocas líneas te cuento un poco de mí. La vida me trajo experiencias desafiantes desde muy pequeña, pero la partida física de mi mamá fue un parteaguas en mi vida. La culpa y la tristeza fueron los protagonistas de mi duelo. En ese momento, a pesar de haber estudiado administración, empecé a buscar herramientas humanistas para entenderme, así llegué al mundo del Coaching, me certifiqué en esa técnica y agregué Programación Neurolingüística a mi maleta de herramientas. En paralelo, tuve otras situaciones de duelo: separaciones de pareja, emigración, partidas físicas de otras personas importantes y amadas. Cuando conocí la Tanatología sentí que había llegado a casa, me certifiqué y desde ese momento no he dejado de amar mi profesión y de formarme en técnicas terapéutica para ayudar a las personas a transformar su dolor en amor. En mi trabajo cómo terapeuta de duelos, me di cuenta que lo más importante en mis terapias no es hablar de las muertes sino de la vida, con ese nuevo entendimi